Desde marzo de 2020, muchos empleados han tenido que establecer su oficina entre el sofá del salón, la mesa de la cocina y el dormitorio. Aunque el teletrabajo existía mucho antes de la pandemia, la forma del teletrabajo ha cambiado completamente. Hay estudios que afirman estas consecuencias del teletrabajo tendrán impactos grandes para los resultados económicos del país. La consultora Pricewaterhouse Coopers (PwC) ha calculado que las consecuencias del teletrabajo en Alemania podrían reducir el producto interior bruto alrededor de 15.000 millones de euros este año.
Este impacto no tiene relación con la productividad de las personas que hacen teletrabajo. Depende de una cadena de valor formada por empresas que atienden a otras empresas, ósea el sector B2B. Empresas de servicios de alimentación, empresas de limpieza, transporte, agencias de informática entre otras son claros ejemplos. Las personas que toman el café en casa todos los días, cocinan en casa y dejan el coche en casa, reducen sus propios gastos. Pero las consecuencias del teletrabajo afectan mucho a la economía del país.

Según los expertos de PwC, aproximadamente el 30% de los empleados en Alemania trabajan actualmente en su casa en vez de la oficina. Como consecuencias del teletrabajo las personas gasten menos dinero en los desplazamientos al trabajo, en la comida fuera de casa (restaurante o cafeterías), en las compras espontáneas en el área de la oficina y en las actividades de ocio. Esto lleva a que las industrias directamente afectadas pierdan al rededor de 5.700 millones de euros en ventas.
Por otra parte, surgen consecuencias indirectas como un menor consumo de energía por parte de la hostelería. Esto se traduce a un decrecimiento económico de 4.100 millones de euros. Por ende, el poder adquisitivo de los empleados de los sectores afectados se reduce a 5.100 millones de euros.
Según el análisis “Economic impact of Covid-19 induced Home Office” de PwC las consecuencias del teletrabajo afectan al producto interior bruto de forma negativa ya que se reduce en aproximadamente 0,3%, equivalente a 14.900 millones de euros.
Se estima que el valor añadido bruto del turismo, hoteles, agencias de viajes y operadores turísticos como de los restaurantes no alcanzará la cifra previa a la pandemia antes del 2022.